lunes, 13 de abril de 2009
Separando la paja del trigo: Estrategias para un mejor manejo personal
Para entender algo de esta crisis socio-financiera mundial de este fin de la primera década del milenio, hay que entender las razones profundas que la produjeron o desencadenaron…
Sea por lo que sea, sea por condiciones fortuitas o por aplicación de una bien meditada estrategia especulativa de muy alto nivel, se produjeron las condiciones ideales para el desarrollo de un artificial y pronunciado aumento de precios y de demandas en ciertos y determinados sectores, o sea falsa y engañosamente se fue inflando una burbuja económico-especulativa que luego estalló, y que generó consecuencias en cascada que aún se siguen manifestando… Por cierto, en lo medular nos estamos refiriendo a las injustificadas alteraciones de precios en el sector inmobiliario estadounidense en los años 2005 a 2008, así como a las volátiles cotizaciones de ciertos valores bursátiles, y así como a los rendimientos y valores de ciertos fondos de inversión, y así como a las variaciones en los precios de ciertas materias primas y de ciertos productos alimenticios, y así como a problemas de liquidez ocurridos en ciertas instituciones bancarias tanto dentro como fuera de EEUU… Y claro, en este contexto los especuladores actuaron y en muchísimos casos ganaron…
Hubo pues una enorme transferencia de recursos y de riqueza desde los sectores productivos, desde los propios consumidores, desde algunos inversionistas, e incluso desde algunas instituciones bancarias y desde algunos fondos de inversión, hacia las arcas de los especuladores exitosos…
¿Consecuencias?… Los consumidores redujeron significativamente sus consumos, pues claro, disponían de menos dinero, disponían de menos efectivo y de menos ingresos, tenían un acceso más dificultoso al crédito, y además en promedio fueron más cautos y más conservadores… Por su parte muchos especuladores ganaron, muchísimos especuladores de una u otra forma vieron incrementado su patrimonio, pero ellos no aumentaron significativamente sus propios consumos, y en muchos casos ni siquiera invirtieron, pues quedaron a la expectativa, pues quedaron esperando ver cómo evolucionaban las cosas, pues quedaron aguardando el momento oportuno para obtener otra buena tajada de riqueza en alguna compraventa, en algún remate, en alguna desesperada negociación donde estaba en juego la viabilidad de una empresa… Por su parte el sector productivo (léase la economía real, la economía productiva) en parte redujo su producción global, por falta de crédito, por reducción de sus reservas, por descenso en los pedidos, etcétera… Y por su parte muchos trabajadores debieron aceptar reducciones acordadas en sus salarios, e incluso muchos de ellos quedaron sin trabajo o debieron dedicarse a trabajos informales y precarios, lo cual afectó profundamente el ingreso de muchísimas familias…
Con toda certeza, al haber más trabajadores desocupados o inestablemente ocupados, al haber más incertidumbre generalizada, y al haber un pronunciado descenso de la actividad económica, la sociedad en su conjunto obviamente pasó a generar menos riqueza; en consecuencia, no solamente la riqueza en sus distintas formas se concentró en menos manos, sino que a nivel del mundo entero la riqueza generada promedio per cápita disminuyó significativamente… Así, algunos ricos y algunos vivillos se enriquecieron artificial e injustamente, mientras que el resto de la población se empobreció, y el balance general de este cambio de situación fue indudablemente deficitario, fue obviamente negativo desde el punto de vista social pero también desde el punto de vista estrictamente numérico…
¿Cómo se para este proceso? ¿Cómo se rompe el círculo vicioso? ¿Cómo se sale de esta situación de crisis?…
Bueno, puede haber estrategias de corto y de muy corto plazo para intentar salir de la crisis o intentar suavizar la crisis, como por ejemplo restablecer el crédito, de alguna forma mejorar la confianza de los agentes económicos, y también creando dinamismo a través de la obra pública… Pero lo fundamental hacia el futuro y en el largo plazo, es intentar reducir o incluso eliminar la especulación, pues ella capta recursos para los especuladores pero sin que ellos aporten efectiva riqueza a cambio; peor aún, la especulación en muchos casos es predatoria, pues no implica un simple cambio de mano de un recurso o de una riqueza, sino que frecuentemente genera situaciones de entorno negativas en cuanto a la situación social, en cuanto a la propia producción, en cuanto a la propia generación de innovaciones y de oportunidades…
Y en mi modesta opinión, un mundo sin especulación, y sin sobornos, y sin corrupción, e incluso sin ilícitos o con mucho menos ilícitos, es cabal y perfectamente posible, pero a condición de abandonar el uso del actual dinero innominado y desinformativo, en favor de una nueva especie de dinero, en favor del dinero telemático, informativo de transacciones, por cierto nominativo y escritural, y que además tenga una operatoria tal que permita un cómodo seguimiento de las cadenas de pago y de las cadenas de transferencias… Obviamente, esto no va a poder lograrse de la noche a la mañana, pues requerirá un tiempo…
El investigador social catalán Agustí Chalaux de Subirà estudió esta temática con ahínco y brillantez… A este respecto recomendamos sinceramente consultar sus publicaciones así como los siguientes sitios web gerenciados desde España:
http://www.bardina.org/
http://www.ineval.org/
http://www.finaly.org/
De todas formas, es notorio que el lector allí no encontrará todas las respuestas, puesto que el propio Agustí Chalaux no elaboró todas las respuestas, no tuvo tiempo para profundizar en todas y cada una de las importantes temáticas involucradas… Obviamente la economía es un asunto muy complejo, y por tanto hay que tener gran cuidado al elaborar una profunda y radical reforma estructural…
Lo que sí es más fácil de afirmar, es que la situación actual debe cambiar, puesto que las inequidades y las absurdas ineficiencias ya han ganado demasiado terreno, y puesto que las ventajas aportadas por las nuevas tecnologías y por los nuevos procedimientos productivos ya no pueden equilibrar esos desvíos… La situación es ya demasiado caótica y desordenada, y absurda por donde se la mire…
El proyecto social de Agustí Chalaux de Subirà marca un muy interesante punto de partida o de arranque… Debemos trabajar estas ideas con seriedad y responsabilidad, y en esta acción el Centro de Estudios Joan Bardina puede jugar un rol significativo… Los sectores actualmente sumergidos y debilitados nos están reclamando un esfuerzo, nos están reclamando un cambio… Las propias heridas ecológicas del planeta nos están reclamando ganar al menos la batalla de las propuestas innovadoras y bien estructuradas, logrando además una amplia difusión de estas ideas, y un amplio debate en relación a las estrategias allí recomendadas…
Miremos con confianza hacia el futuro… Tengamos confianza en nuestro porvenir social…
Pero no esperemos que todo se nos dé en la mano… También es responsabilidad de cada uno de nosotros aportar lo suyo, para que todos juntos podamos construir un mundo mejor, más socialmente justo y equilibrado, más productivamente eficiente y racional, más intelectualmente innovador y creativo…
No cometamos el error de pensar que las soluciones deben venir principalmente de los Gobiernos y de los Organismos Internacionales… Las cúpulas de poder en parte actúan por reflejo, en parte actúan en base a los deseos y reclamos mayoritarios de la gente, y en parte actúan en defensa de sus propios intereses de corto plazo…
Tampoco cometamos el error de pensar que toda la culpa recae en una reducida plutocracia, en un reducido grupúsculo de poder… Si, es muy cierto, mucho se han enriquecido ciertos sectores de poder, ciertos inescrupulosos señores que ya eran ricos antes de estallar la crisis, y que supieron aprovechar los efectos de la nueva situación para enriquecerse aún más… Pero también reconozcamos que hicieron su agosto un gran contingente de sectores medios, los que inteligente y hábilmente supieron aprovechar oportunidades; ciertos sectores medios y medios-altos, ocasional e injustamente enriquecidos, también lograron mejorar significativamente, y la riqueza adicional por ellos obtenida sumada toda ella, también hace una bonita suma, también equivale a varios centenares de miles de millones de dólares…
Y desde el punto de vista filosófico y conceptual… ¿Qué hacer? ¿Cómo manejarse hacia el futuro ante la realidad actual? ¿Qué responsabilidades asignar a cada quién?…
Por cierto es imposible pasar facturas en forma generalizada… Obviamente, si algunos especuladores se arriesgaron demasiado y cometieron ilícitos, bueno, que la justicia los juzgue y si hay mérito los condene… Pero al resto creo que lo mejor es dejarlos tranquilos, pues no hay bases razonables para asignar responsabilidades y para condenarles… Más bien miremos hacia el futuro, y poco a poco introduzcamos moneda responsable y preparemos a los agentes económicos para la sociedad telemática del futuro… El tránsito de la actual estructura social y productiva a la futura sociedad verdaderamente telematizada llevará años, llevará varias décadas, pero cuanto antes comencemos será mejor…
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